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¿Sabías que cada vez que usas ChatGPT, gastas agua?

¿Sabías que cada vez que usas ChatGPT, gastas agua?

Ecostyle Mexico

En los últimos años, herramientas como ChatGPT han revolucionado la manera en que interactuamos con la tecnología. Pero lo que pocos saben es que cada vez que haces una pregunta a esta inteligencia artificial, estás contribuyendo a un problema ambiental silencioso: el consumo masivo de agua.

¿Cómo es posible que una IA consuma agua?

Podría parecer absurdo al principio. ¿Cómo algo digital puede afectar los recursos hídricos? La clave está en los data centers, enormes instalaciones llenas de servidores que procesan millones de consultas al día.

Estos servidores generan muchísimo calor y, para evitar que se sobrecalienten, necesitan sistemas de enfriamiento avanzados. ¿Y qué recurso es clave en este proceso? El agua.

¿Cuánta agua gasta ChatGPT?

Según estimaciones recientes, cada 20 preguntas que le haces a una IA como ChatGPT pueden consumir el equivalente a un vaso de agua. A primera vista, no parece mucho, pero si consideramos que millones de personas lo usan a diario, la cifra escala a millones de litros de agua por día.

El dilema de la tecnología y la crisis del agua

El problema es que esta demanda hídrica ocurre en un mundo donde la crisis del agua es una realidad. Mientras en algunos países los servidores se enfrían con grandes volúmenes de agua, en otros millones de personas no tienen acceso a agua potable ni para cocinar.

¿Qué se puede hacer?

Si bien no podemos detener el avance de la inteligencia artificial, sí podemos exigir soluciones más ecológicas:

  • Data centers más eficientes: Empresas tecnológicas pueden apostar por sistemas de enfriamiento menos dependientes del agua.

  • Uso consciente de la IA: No se trata de dejar de usar ChatGPT, pero sí de hacerlo con más conciencia. ¿Realmente necesitas preguntarle todo lo que le consultas?

  • Energías renovables: Apostar por infraestructuras que combinen eficiencia energética y menor impacto ambiental.

En conclusión, la inteligencia artificial nos facilita la vida, pero no debemos ignorar su impacto. Como usuarios, tenemos el poder de informarnos, cuestionar y exigir que la tecnología avance sin comprometer nuestros recursos naturales.

 

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